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La vida sigue

· 3 min de lectura
Victor Barahona

Hace mucho tiempo que no escribo aquí. La pandemia ha influido también, como no.

No vivo en la finca, estoy a unos 40km, en la provincia adyacente (Gipuzkoa-Navarra) . Por ello me ha sido imposible cuidarla durante casi un año debido a la sucesión de restricciones y confinamientos por el COVID. Bueno, como dice el título la vida ha seguido aquí, incluyendo algunas de las cosas que he ido plantando a lo largo de los años, como el bancal de aromáticas y consuelda que muestro en la cabecera. O los kiwis, que parecen no necesitar ya la estructura que les hice, les vale con los árboles que les rodean. Ahora vete tu a subir ahí 🙂 . Pero no importa, uno de los objetivos de este proyecto era fomentar la abundancia tanto si es para nuestra familia como para las especies que se mueven por este lugar.

Lo cierto es que el parón ocasionado por el covid ha sido algo que se ha añadido al propio proceso interno de este proyecto, que ha ido perdiendo energía. Así es como ya no realizo visitas guiadas, ni intento promover de manera activa nuevas actividades. Ya hay información en Internet de este proyecto para quien quiera saber mas. Eso sí, realizo algunas consultorías cuando me lo solicitan, estas imágenes pertenecen a una de las últimas que realicé.

Me he ido volcando cada vez mas en proyectos de hardware abierto y en mi actividad paralela que desarrollo en Egokitek . Una persona del mundo permacultural me dijo que quizás era mas valioso aportando soluciones tecnológicas a la permacultura que con lo que intentaba hacer aqui. Espero que si… Lo cierto es que tenía un sueño, que sería bonito haber visto cumplido y espero que de algún modo salga adelante. Un proyecto similar al de la granja de Ben Falk , que descubrí un tiempo después de empezar y que me hizo ver que no estaba solo en esta locura, que otras personas intentaban hacer lo mismo. Hacen falta fincas y proyectos pequeños y de escala familiar, porque no todo el mundo puede agruparse o asociarse en cooperativas, y a fin de cuentas es la pequeña agricultura familiar la que sostiene el mundo, según dice la FAO .

Mientras eso llega voy cuando puedo y hago cosas, sigo aprendiendo, que fue uno de los objetivos del proyecto, aprender y enseñar para prepararse para esa gran transición que ha de venir, tal y como indiqué aquí cuando se inició el proyecto en 2008.

Seguiré haciendo publicaciones pero a un ritmo lento y no tan regular como lo hice en el pasado.

Un saludo y gracias,